martes, 22 de diciembre de 2009

Hambre de amor


Por Marcelo Colussi

Antonio Bressani, el joven antropólogo graduado con honores en Milán, lo pensó una y mil veces antes de tomar la decisión. Finalmente, aceptó: formaría parte de la expedición al Amazonas peruano que estaba organizando la universidad. Sólo imaginarse ese destino lo fascinaba; poder concretarlo, ni se diga.

Aunque no dejaba de preocuparlo también, pues la fiereza del grupo mawambi que visitarían lo tenía algo consternado. ¿Caníbales? No lo podía creer. ¿Caníbales en el siglo XX?

Era la primera vez que visitaría una selva.

Se defendía aceptablemente en portugués (tendrían que remontar el río Amazonas desde Brasil) y en español (el pueblo a investigar estaba en territorio peruano, y aunque muy poco, algo hablaban en lengua española). Del mawambi, el idioma del grupo con el que estarían conviviendo por espacio de cuatro meses en lo profundo de la jungla, apenas si conocía los rudimentos básicos. Como todo el grupo de antropólogos italianos, lo terminaría de aprender con el pueblo originario en su contacto directo.

Fue llegar a la selva y quedar hipnotizado. Las incomodidades prácticas del viaje ya en terreno no le preocuparon; la belleza de lo que estaba conociendo le pareció infinitamente más importante. En varias ocasiones pasó largas horas solo, en silencio, contemplando extasiado el follaje. Ese espectáculo se le hacía sobrecogedor. Parecía hipnotizado.

La universidad de Lima había hecho los arreglos del caso y, traductor mediante, más cuatro antropólogos peruanos que se sumaron al grupo, a los ocho antropólogos italianos no les resultó especialmente difícil establecer contacto con los mawambi.

En realidad, había más mito que verdad en lo que se decía de este pueblo; no eran antropófagos en sentido estricto sino que tenían ciertas prácticas con contenidos más o menos cercanos a la antropofagia. Básicamente comían los huesos de los muertos, años después de enterrados y una vez que los tejidos blandos habían desaparecido, molidos y mezclados con hierbas afrodisíacas. Había alguna información también, no confirmada por los antropólogos citadinos de Perú y por algunos estadounidenses que habían estudiado esta etnia, que en determinadas ocasiones tenían prácticas caníbales con los enemigos derrotados. Por lo pronto algunos miembros, sólo algunos, solían llevar algún hueso humano colgado como atavío. Antonio, ante todo eso, además de aterrarse, quedaba cautivado.

Fue verla y quedar más cautivado aún que con la espesura de la vegetación. Estaba semidesnuda, al menos para la usanza italiana u occidental, aunque llevaba una indumentaria que, en todo caso, realzaba más lo erótico, ocultando más de lo que permitía ver. Vestía una falda de una rústica tela anaranjada brillante y un collar de huesos -extraños huesos, de variadas formas- que le daba un par de vueltas al cuello ocultándole a media los nacientes pero ya bastante bien desarrollados pechos. Tenía 14 años. Se miraron y se sonrieron.

Awamble-puri, “Hija de la luna” en mawambi, era la hija del jefe principal. La última hija, la más pequeña, nacida cuando ya los padres no pensaban tener más descendencia. Por tanto, era la consentida, la especialmente mimada entre los once hermanos. En una mezcla de idiomas, más con gestos que con palabras, se comenzaron a comunicar. Para Awamble-puri hubo también algo de flechazo. Antonio, entre los italianos al menos, no era precisamente el más apuesto ejemplar: algo encorvado, de una delgadez extrema y aspecto desgarbado, lentes con un anticuado y pesado marco de carey negro, algo de acné juvenil -pese a sus 28 años- y una expresión de eterno despiste, su figura distaba mucho de aquella del amante latino a la que el cine de su país tenía acostumbrado al público con ese estereotipo. Pero para una muchacha casadera de un grupo indígena en las profundidades de la selva amazónica, un varón de piel tan blanca, cabellos amarillos y ojos color verde era una novedad absoluta.

Sin poder explicar cómo, se enamoraron.


En realidad, ninguno de los dos tenía mucho que explicar: el amor es así, no repara en detalles, etnias ni costumbres. Se enamoraron, aunque ello pueda parecer raro, y punto.

A los compañeros de Antonio les resultó alto extravagante el hecho. Más que nada, fueron bromas las que surgieron, siempre con el ánimo de festejar la noticia. Pero por el otro lado, para la familia de Awamble-puri, la situación no era un simple detalle: tenía el valor de problema comunitario. Por lo pronto, todo el grupo se reunió en consejo especial de emergencia, sin convocar a los visitantes italianos. Incluso no era un pequeño problema, una cuestión práctica menor: era algo que tocaba los cimientos mismos de su cultura. Se debatía sobre si un miembro del grupo debía cruzarse con un extraño -tan feo, por lo demás, según sus criterios estéticos- como Antonio. El debate tomó largas horas. Finalmente la tribu decidió asentir la unión. Solemnemente, el padre de Awamble-puri se acercó al italiano, y ante su asombro, lo abrazó. Antonio sólo comprendió que lo felicitaba, sin captar exactamente el porqué. Pero luego, cuando ya todos, primero el consejo de ancianos, luego sus futuros cuñados y por último los demás miembros masculinos del grupo lo continuaban abrazando con rostros felices, entendió: ¡ya se podían casar!

Y se casaron.


No sin discusiones, con otras nuevas interminables reuniones secretas del grupo mawambi, finalmente la tribu -los varones ante todo, la opinión de Awamble-puri no parecía contar mucho en esto- decidió sobre la propuesta de Antonio: los recién casados podían viajar a la tierra del forastero. Es decir: se irían a vivir a Italia.

Los otros siete antropólogos italianos, más los cuatro peruanos que constituían el grupo investigador original, ya se habían marchado hacía varios meses. Awamble-puri y Antonio pasaron varias lunas hasta que decidieron irse -o mejor dicho, hasta que consiguieron la autorización para hacerlo-.

Y se fueron.


Ya en Italia, para la muchacha todo resultó un cambio tremendo. Joven e inteligente como era, no le costó mucho aprender rápidamente un italiano básico que le permitía moverse con relativa soltura. Entre ellos dos se comunicaban parte en italiano, parte en mawambi. De todos modos, pese al amor enorme que los unía y a los esfuerzos inmensos que hacía Antonio para ayudarla en su proceso de inserción, el trasplante no le fue en absoluto fácil. Tuvo que aprender casi todo de nuevo; la vida en una gran ciudad como Milán, con gente nueva, en un contexto cultural tan radicalmente distinto, se le tornó agobiante. Sólo el inconmensurable amor que se profesaban logró retener a Awamble-puri en Italia.

Y así llegó el primer hijo.


Pasquale nació sano y robusto. Eso llenó de alegría al padre; pero no tanto a la madre. Los primeros tiempos Awamble-puri encontró en su recién nacido el motivo que más o menos la animó. Sin embargo, pasados unos pocos meses la tristeza volvió a invadirla. Y esta vez nada logró moverla de ese estado. Regalos, paseos, promesas, cariños renovados, o ni siquiera el pequeño Pasquale, fueron suficientes para animarla. Sumida en una profunda nostalgia que la tenía postrada todo el día, finalmente Awamble-puri, con el más hondo dolor del alma, decidió volver a su tribu en la Amazonia.

Más grande aún fue el dolor de Antonio. Él no quería retornar a la selva; su vida estaba en la universidad en Milán. El libro que estaba por publicarse sintetizando el trabajo antropológico desarrollado en el Perú -“Entre árboles, pantanos y esperanzas” llevaría por título, y él aparecía como colaborador principal- no logró disiparle la melancolía profunda que también lo había invadido. La llegada del hijo sólo en muy pequeña medida lo lograba sacar de ese estado.

En principio habían pensado que Antonio acompañaría a Awamble-puri hasta Lima, y de allí a Iquitos, donde ella, con ayuda de gente de la zona, llegaría por sus propios medios a su tribu. El niño quedaría con el padre en Italia. Así lo decidieron.

Llegado el momento de la partida, Antonio no pudo resistir el dolor y cambió de parecer: no aguantaba acompañarla hasta Perú, por lo que la despidió en el aeropuerto de Milán, con un beso apasionado “para todo un siglo”, según le dijo en italiano.

Ambos lloraron desconsoladamente. Luego, como siempre, el tiempo va cerrando -al menos un poco- las heridas. Aunque nunca del todo. De todos modos, para ambos la vida siguió su curso. Awamble-puri pudo rehacerse más rápidamente. Con algunas pequeñas dificultades que fue resolviendo sobre la marcha sin mayores sobresaltos, llegó de regreso a su hogar. Luego de la tremenda sorpresa inicial, fueron seis días de celebraciones para darle la bienvenida, en una confusa mezcla de alegría por el retorno, llanto por el fracaso, vergüenza y cólera por la deshonra. Nada se podía hacer con respecto a Antonio y el niño, que habían quedado en otro extremo del mundo. Sólo evocarlos, con tristeza, con odio, pocas veces con dulzura.

Para Antonio la separación fue infinitamente más traumática. Tres semanas después de la partida de Awamble-puri, en un rapto de emotividad, sin consultarlo con nadie y dejando el niño al cuidado de su madre, salió en forma abrupta hacia Perú. La misión que se había impuesto era traer nuevamente a su esposa hacia Italia, con la renovada promesa que ahora las cosas serían distintas. La idea de otro hijo pensó que podría motivarla, y eventualmente, unirlos más.

Tras varias peripecias prácticas, una tarde de torrencial lluvia tropical llegó, solo, al poblado mawambi. La sorpresa fue mayúscula.

Nunca quedó claro cómo fueron exactamente los acontecimientos. Para un desprevenido y prejuicioso observador occidental sería muy fácil decir que “los aborígenes se lo comieron”. La situación fue mucho más compleja. Seguramente como parte de alguna, al menos para nosotros, incomprensible práctica cultural mawambi, los varones de la tribu, luego de someterlo a un penoso juicio, le dieron muerte, luego de lo cual las mujeres pudieron ver el cadáver, y sólo después, cuando ya estaba trozado convenientemente, Awamble-puri fue llamada y convocada a comer el trozo que le ofrecían. Ella nunca supo qué pedazo de Antonio fue el que se comió (cocinado, valga aclarar). Al hacerlo sintió una rara combinación de sentimientos, pero fundamentalmente: venganza que hacía justicia.

Un pequeño hueso del pie -una falange del dedo gordo más precisamente- fue agregado a su collar, que sigue luciendo altiva en su mundo, esa selva que la vio nacer y crecer como hija de un soberano.

En Italia Pasquale nunca supo el final de esa historia; más aún, nunca supo nada de su madre. Sus abuelos silenciaron los hechos, y el muchachito creció convencido de otra versión, la que le inventaron, mucho más suave. Ahora es músico. Más exactamente: etnomusicólogo y -¿astucias de la razón?, ¿ironías del destino?- está por viajar al Amazonas para estudiar en terreno la música de los pueblos mawambi, en las profundidades de la selva peruana.

Publicado en ARGENPRESS, 22/DIC/09. Tomado del libro “Historias dulces color de rosa”, de próxima aparición.

The Low Road

Un hermoso homenaje a la solidaridad!
mc

By Marge Piercy

What can they do
to you? Whatever they want.
They can set you up, they can
bust you, they can break
your fingers, they can
burn your brain with electricity,
blur you with drugs till you
can t walk, can’t remember, they can
take your child, wall up
your lover. They can do anything
you can’t blame them
from doing. How can you stop
them? Alone, you can fight,
you can refuse, you can
take what revenge you can
but they roll over you.

But two people fighting
back to back can cut through
a mob, a snake-dancing file
can break a cordon, an army
can meet an army.

Two people can keep each other
sane, can give support, conviction,
love, massage, hope, sex.
Three people are a delegation,
a committee, a wedge. With four
you can play bridge and start
an organization. With six
you can rent a whole house,
eat pie for dinner with no
seconds, and hold a fund raising party.
A dozen make a demonstration.
A hundred fill a hall.
A thousand have solidarity and your own newsletter;
ten thousand, power and your own paper;
a hundred thousand, your own media;
ten million, your own country.

It goes on one at a time,
it starts when you care
to act, it starts when you do
it again after they said no,
it starts when you say We
and know who you mean, and each
day you mean one more.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Fidel Castro: La hora de la verdad

(El líder de la Revolución Cubana afirma que es evidente ya la gran
catástrofe que amenaza nuestra especie. Cuestiona los métodos brutales
con que la fuerza pública danesa aplasta la resistencia y advierte que
para los jefes del imperio, a pesar de sus maniobras y sus cínicas
mentiras, está llegando la hora de la verdad. Sus propios aliados
creen cada vez menos en ellos. En Copenhague y en cualquier otro país
del mundo, encontrarán la resistencia creciente de los pueblos que no
han perdido la esperanza de sobrevivir, dice Fidel)


Es evidente ya que una gran catástrofe amenaza nuestra especie. Quizás lo peor sea que el egoísmo ciego de una minoría privilegiada y rica pretenda lanzar el peso de
los sacrificios necesarios sobre la inmensa mayoría de los habitantes
del planeta.

Las noticias que llegan de la capital danesa reflejan caos. Los
anfitriones, después de concebir un evento en el que participarían
alrededor de 40 mil personas, no tienen forma de cumplir su palabra.
Evo, que fue el primero de los dos Presidentes del ALBA en llegar,
expresó profundas verdades que emanan de la cultura milenaria de su raza.

Aseguró, según las agencias de noticias, que tenía un mandato del
pueblo boliviano de bloquear cualquier acuerdo si el texto final no
satisface las alternativas. Explicó que el cambio climático no es la
causa sino el efecto, que estábamos en la obligación de defender los
derechos de la Madre Tierra frente a un modelo de desarrollo
capitalista, la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte.
Habló de la deuda climática que los países ricos deben pagar a los
países pobres, y devolverles el espacio atmosférico arrebatado.

Calificó de ridícula la cifra de 10 mil millones de dólares anuales
ofrecidos hasta el año 2012, cuando en realidad se necesitan cientos
de miles de millones cada año, y acusó a Estados Unidos de gastar
trillones en exportar el terrorismo a Irak y Afganistán, y crear bases
militares en América Latina.

El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela habló el día 16
en la Cumbre a las 8 y 40 a.m., hora de Cuba. Pronunció un discurso
brillante, que fue muy aplaudido. Sus párrafos eran lapidarios.

Impugnando un documento propuesto a la Cumbre por la Ministra danesa
que presidía la Conferencia, expresó:

“…es un texto que viene de la nada, no aceptaremos ningún texto que no
venga de los grupos de trabajo, que son los textos legítimos que se
han estado negociando estos dos años”.

“Hay un grupo de países que se creen superiores a nosotros los del
Sur, los del Tercer Mundo…”

“…no nos extrañemos, no hay democracia, estamos ante una dictadura”.

“…venía leyendo algunas consignas que hay en las calles pintadas por
los jóvenes… Una: ‘no cambien el clima, cambien el sistema’… Otra:
‘si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado.’”

“Obama […] recibió el Premio Nóbel de la Paz el mismo día que envió 30
mil soldados a matar inocentes a Afganistán”.

“Apoyo el criterio de los representantes de las delegaciones de
Brasil, Bolivia, China, solo quería apoyar […] pero no me dieron la palabra…”

“Los ricos están destruyendo el planeta, ¿será que se van a otro
cuando destruyan este?”

“…el cambio climático es sin dudas el problema ambiental más
devastador de este siglo.”

“…Estados Unidos llegará si acaso a 300 millones de habitantes; China
tiene casi cinco veces más población que Estados Unidos. Estados
Unidos consume más de 20 millones de barriles diarios de petróleo;
China llega apenas a cinco o seis millones de barriles diarios. No se
puede pedir lo mismo a Estados Unidos y a China.”

“...reducir la emisión de gases contaminantes y lograr un convenio de
cooperación a largo plazo […] parece haber fracasado, por ahora. ¿La
razón cuál es? […] la actitud irresponsable y la falta de voluntad
política de las naciones más poderosas del planeta.”

“…la brecha que separa a los países ricos y pobres no ha dejado de
crecer pese a todas esas cumbres y promesas incumplidas y el mundo
sigue su marcha destructiva.”

“…El ingreso total de los 500 individuos más ricos del mundo es
superior al ingreso de los 416 millones de personas más pobres.”

“La mortalidad infantil es de 47 muertes por cada 1000 nacidos vivos
pero en los países ricos es de solo 5.”

“¿…hasta cuándo vamos a permitir que sigan muriendo millones de niños
por enfermedades curables?”

“Dos mil 600 millones viven sin servicios de saneamiento.”

“El brasileño Leonardo Boff escribió: ‘Los más fuertes sobreviven
sobre las cenizas de los más débiles.’”

“Juan Jacob Rousseau decía … ‘Entre el fuerte y el débil la libertad
oprime.’ Por eso es que el imperio habla de libertad, es la libertad
para oprimir, para invadir, para asesinar, para aniquilar, para
explotar, esa es su libertad. Y Rousseau agrega la frase salvadora:
‘Solo la Ley libera.’”

“¿Hasta cuándo vamos a permitir conflictos armados que masacran a
millones de seres humanos inocentes con el fin de apropiarse los
poderosos de los recursos de otros pueblos?”

“Hace casi dos siglos un libertador universal, Simón Bolívar dijo: ‘Si
la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca.’”

“Este planeta vivió miles de millones de años sin nosotros, sin la
especie humana; no le hacemos falta nosotros para que él exista, pero
nosotros sin la Tierra no vivimos…”

Evo habló en la mañana de hoy jueves. Su discurso será también inolvidable.

“Deseo expresar nuestra molestia por la desorganización y por las
dilaciones que existen en este evento internacional…”, dijo con
franqueza al inicio de sus palabras.

Sus ideas básicas:

“Cuando preguntamos qué pasa con los anfitriones, […] nos dicen que es
Naciones Unidas; cuando preguntamos qué pasa con las Naciones Unidas,
dicen que es Dinamarca, y no sabemos quién desorganiza este evento
internacional…”

“… estoy muy sorprendido porque solamente tratan de los efectos y no
de las causas del cambio climático.”

“Si nosotros no identificamos de dónde viene la destrucción del medio
ambiente […] seguramente nunca vamos a resolver este problema…”

“…están en debate dos culturas: la cultura de la vida y la cultura de
la muerte; la cultura de la muerte, que es el capitalismo. Nosotros,
los pueblos indígenas, decimos, es el vivir mejor, mejor a costa del otro.”

“…explotando al otro, saqueando los recursos naturales, violando a la
Madre Tierra, privatizando los servicios básicos…”

“…vivir bien es vivir en solidaridad, en igualdad, en
complementariedad, en reciprocidad…”

“Estas dos formas de vivencia, estas dos culturas de la vida están en
debate cuando hablamos del cambio climático, y si no decidimos cuál es
la mejor forma de vivencia o de vida, seguramente este tema nunca
vamos a resolverlo, porque tenemos problemas de vivencia: el lujo, el
consumismo que hace daño a la humanidad, y no queremos decir la verdad
en esta clase de eventos internacionales.”

“…dentro de nuestra forma de vivencia, el no mentir es algo sagrado, y
eso no lo practicamos acá.”

“…en la Constitución está el ama sua, ama llulla, ama quella: no
robar, no mentir, ni ser flojos.”

“…la Madre Tierra o la Naturaleza existe y existirá sin el ser humano;
pero el ser humano no puede vivir sin el planeta Tierra, y, por tanto,
es nuestra obligación defender el derecho de la Madre Tierra.”

“…saludo a las Naciones Unidas, que este año, por fin, ha declarado el
Día Internacional de la Madre Tierra.”

“…la madre es algo sagrado, la madre es nuestra vida; a la madre no se
alquila, no se vende ni se viola, hay que respetarla.”

“Tenemos profundas diferencias con el modelo occidental, y eso está en
debate en este momento.”

“Estamos en Europa, ustedes saben que muchas familias bolivianas,
familias latinoamericanas vienen a Europa. ¿A qué vienen acá? A
mejorar sus condiciones de vida. En Bolivia podía estar ganando 100,
200 dólares al mes; pero esa familia, esa persona viene acá a cuidar a
un abuelo europeo, a una abuela europea y al mes gana 1 000 euros.”

“Estas son las asimetrías que tenemos de continente a continente, y
estamos obligados a debatir cómo buscar cierto equilibrio, […]
reduciendo estas profundas asimetrías de familia a familia, de país a
país, y especialmente de continente a continente.”

“Cuando […] nuestras hermanas y hermanos vienen aquí a sobrevivir o a
mejorar sus condiciones de vida, son expulsados, existen esos
documentos llamados de retorno […] pero cuando los abuelos europeos
hace tiempo llegaban a Latinoamérica nunca eran expulsados. Mis
familias, mis hermanos no vienen acá a acaparar ni minas, ni tienen
miles de hectáreas para ser terratenientes. Antes nunca había visas
ni pasaportes para que llegaran a Abya Yala, ahora llamada América.”

“…si no reconocemos el derecho de la Madre Tierra, en vano vamos a
estar hablando de 10 000 millones, de 100 000 millones, que es una
ofensa para la humanidad.”

“… los países ricos deben acoger a todos los migrantes que sean
afectados por el cambio climático y no estarlos retornando a sus
países como les están haciendo en este momento…”

“…nuestra obligación es salvar a toda la humanidad y no a la mitad de
la humanidad.”

“…el ALCA, Área de Libre Comercio en las Américas. […] no es Área de
Libre Comercio en las Américas, es un área de libre colonización en
las Américas…

Entre las preguntas que sugería Evo para un referéndum mundial sobre
el cambio climático estaban:

“… ¿Está usted de acuerdo con restablecer la armonía con la
naturaleza, reconociendo los derechos de la Madre Tierra?...”

“… ¿Está usted de acuerdo con cambiar este modelo de sobreconsumo y
derroche, que es el sistema capitalista?...”

“… ¿Está usted de acuerdo con que los países desarrollados reduzcan y
reabsorban sus emisiones de gases de efecto invernadero…?

“… ¿Está usted de acuerdo en transferir todo lo que se gasta en las
guerras y en destinar un presupuesto superior al presupuesto de
defensa para el cambio climático?...”

Como se conoce, en la ciudad japonesa de Kyoto, en el año 1997 se
firmó el Convenio de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que
obligaba a 38 países industrializados a reducir sus emisiones de gases
de efecto invernadero en un determinado porcentaje con relación a las
emitidas en 1990. Los países de la Unión Europea se comprometieron al
8%, y entró en vigor en el año 2005, cuando la mayoría de los países
firmantes ya lo habían ratificado. George W. Bush, entonces
presidente de Estados Unidos --el mayor emisor de gases de efecto
invernadero, responsable de la cuarta parte del total de estos--,
había rechazado el convenio desde mediados de 2001.

Los demás miembros de Naciones Unidas siguieron adelante. Los centros
de investigación continuaron su tarea. Es evidente ya que una gran
catástrofe amenaza nuestra especie. Quizás lo peor sea que el egoísmo
ciego de una minoría privilegiada y rica pretenda lanzar el peso de
los sacrificios necesarios sobre la inmensa mayoría de los habitantes
del planeta.

Esa contradicción se refleja en Copenhague. Allí miles de personas
están defendiendo con gran firmeza sus puntos de vista.

La fuerza pública danesa utiliza métodos brutales para aplastar la
resistencia; muchos de los que protestan son arrestados
preventivamente. Me comuniqué con nuestro canciller Bruno Rodríguez,
que estaba en un acto de solidaridad en la capital de Copenhague,
junto a Chávez, Evo, Lazo y otros representantes del ALBA. Le pregunté
a quiénes estaba reprimiendo con tanto odio la policía danesa,
retorciéndoles los brazos y golpeándolos repetidamente por la espalda.
Me respondió que eran ciudadanos daneses y de otras naciones europeas
y miembros de los movimientos sociales que demandaban a la Cumbre una
solución real ahora para enfrentar el cambio climático. Me dijo,
además, que a las 12 de la noche continuarían los debates de la
Cumbre. Cuando hablé con él era ya de noche en Dinamarca. La
diferencia horaria es de seis horas.

Desde la capital danesa, nuestros compañeros informaron que lo de
mañana viernes 18 es peor. A las 10 de la mañana se suspenderá durante
dos horas la Cumbre de Naciones Unidas y el Jefe del Gobierno de
Dinamarca sostendrá un encuentro con 20 Jefes de Estado invitados por
él a discutir con Obama “problemas globales”. Así denominan la reunión
cuyo objetivo es imponer un acuerdo sobre el cambio climático.

Aunque en la reunión participarán todas las delegaciones oficiales,
sólo podrán opinar “los invitados”. Ni Chávez, ni Evo, por supuesto,
se encuentran entre los que pueden emitir su opinión. La idea es que
el ilustre Premio Nobel pueda pronunciar su discurso preelaborado,
precedido por la decisión que se adoptará en esa reunión de transferir
el acuerdo para fines del año próximo en la Ciudad de México. A los
movimientos sociales no se les permitirá estar presentes. Después de
ese show, en el salón principal del evento proseguirá la “Cumbre”
hasta su ingloriosa clausura.

Como la televisión transmitió las imágenes, el mundo pudo contemplar
los métodos fascistas empleados en Copenhague contra las personas.
Jóvenes en su inmensa mayoría, los manifestantes reprimidos se ganaron
la solidaridad de los pueblos.

Para los jefes del imperio, a pesar de sus maniobras y sus cínicas
mentiras, está llegando la hora de la verdad. Sus propios aliados
creen cada vez menos en ellos. En México, como en Copenhague y en
cualquier otro país del mundo, encontrarán la resistencia creciente de
los pueblos que no han perdido la esperanza de sobrevivir.


Fidel Castro Ruz

Diciembre 17 de 2009
(tomado de Juventud Rebelde, viernes, 18 de diciembre de 2009)

martes, 15 de diciembre de 2009

El elogio a la banalidad en la cultura pooph: La insoportable frivolidad del ser


Lo mismo da ser Sarah Palin, Paris Hilton, Michael Phelps, Mussolini o el Che Guevara. Todos merecen el mismo respeto y admiración de los pooph porque son famosos.

Por Jorge Majfud
(ARGENPRESS CULTURAL)

Alguna vez Fedor Dostoyevski observó que cualquiera podía hacerse famoso en cualquier momento. Como no todos podían ser Darwin, Franklin o Fedor Dostoyevski, cualquiera podía pasar a la historia asesinando a un emperador o a un presidente. Si el precio era muy alto, aun quedaban otras opciones. Creo que más famoso, aunque cien años tardío, es la popular idea de Andy Warhol que en los sesenta, en pleno nacimiento de la cultura pop, predijo que en el futuro todos serían famosos por quince minutos, para lo cual bastaba con estar “en el lugar correcto o en el incorrecto, en el momento exacto o en la peor situación posible”. No es casualidad, si consideramos que Dostoyevski es hijo del siglo del periodismo escrito como Warhol es hijo del siglo del espectáculo mediático de la televisión.

Hace pocos días y no muy lejos, el matrimonio Tareq and Michaele Salahi decidió colarse en la fiesta de recepción que el presidente Obama daba al primer ministro indio Manmohan Singh. Los Salahi se fotografiaron con un gran número de estrellas de la política nacional. El exótico ministro de la segunda nación más grande del mundo no fue considerado en este paseo de la fama.

Pero la consagración de los Salahi llegó cuando fueron descubiertos. Este inconveniente, que dudosamente puede atribuirse a un error de cálculo, puso a la pareja bajo investigación y la envistió con los quince minutos de fama que pretendían para promocionarse. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que en la cultura pooph promoción y fama significan dinero.

Nada importa el contenido de lo que uno tenga para ofrecer sino, simplemente, estar o pasar por debajo de las luces y las cámaras que apuntan al centro del mundo. Lo mismo da ser Sarah Palin, Paris Hilton, Michael Phelps, Mussolini o el Che Guevara. Todos merecen el mismo respeto y admiración de los pooph porque son famosos. Los medios son los fines. Los medios confieren divinidad todo lo que tocan. En este momento, el señor y la señora Salahi se encuentran bajo investigación policial mientras venden sus entrevistas a medio millón de dólares cada una.

Hace unas semanas una pareja en Fort Collins, Colorado, denunció que su hijo había salido volando en un globo de helio que su padre, Richard Heene, había construido en el patio de su casa. Como los niños son asunto serio en Estados Unidos, rápidamente movilizaron a la policía y lograron atraer la atención de las cadenas más importantes de televisión. Las horas de persecución aérea del globo terminaron con la aparición del niño en el altillo de la casa. En lo que parecía el clímax del orgasmo mediático, Larry King entrevistó a la familia y al niño, Falcon [halcón] Heene, quien involuntariamente confesó: “we did this for the show” (lo hicimos para el espectáculo).

Los padres del ahora célebre Niño del Globo habían planeado sus quince minutos de fama con la intención de promover un posible reality show. Lo cierto es que montaron un reality show más real y más espectacular que cualquier reality show convencional.

No son la excepción. Nuestra cultura es un inmenso, un inocentemente perverso reality show alimentado por la banalidad, la vana vanidad de la cual quizás somos victimas alguna vez en cuando todos los mortales.

Ahora, si alguien pensó que esta es una locura anglosajona está equivocado. El resto del mundo está en el mismo negocio, con el agravante de que son copias de copias en nombre de la originalidad.

No nos vayamos muy lejos. Recordemos el pasado concurso de talentos Viva el Sueño. El titulo es significativo, si recordamos la obra maestra de Calderón de la Barca, La vida es sueño (1635). Fedro, el participante más elogiado por el jurado, casi nunca criticado, victima del voto nunca suficiente del público machista y homofóbico, canta muy afinado y llora mientras repite lo que el jurado y el mundo repiten: “su propuesta es original”, “su virtud es ser único”, “me propuse mostrar algo diferente”, etc.

Fedro es rechazado por ser gay. Esta es una verdad conveniente. En el fondo todos saben que ser gay es un negocio de moda, como antiguamente en las cortes de los reyes eran populares los enanos. El público consume lo que rechaza, aplaude lo que evita, admira lo que odia, destruye lo que ama, digiere lo que es políticamente correcto mientras el artista remeda originalidad y el jurado y los especialistas repiten las mismas frases que incluyen un menú de elogios orgásmicos e inevitables insultos que pretenden vender como crítica o sinceridad. La fábrica de ídolos es también un picadero de carne humana. Carne humana a muy alto precio.

Fedro, el candidato a ídolo mexicano canta, se viste y se peina y llora como Adam Lambert, el american idol del mismo año. Como Adam, Fedro llegó a la final pero no pudo ser rey, idol o ídolo. Comparten el mismo estilo, la misma opción sexual y posan de victimas de la sociedad. De hecho lo son. Victimas de la sociedad y productos del mercado. Las verdaderas victimas, los discriminados no famosos, son así revindicados, más que representados, por estas originales copias de copias, producto de productores.

Sí, claro, en el mundo hay lugar para todos. Por suerte. Lamentablemente la historia insiste en lo contrario: en la uniformización, en la imposición de “lo que se parece a nosotros” hasta cuando parece diferente. Fedro, Adam, los ídolos de la cultura pooph nunca desafían mientras desafían; nunca salen de lo políticamente correcto mientras escandalizan. Sus transgresiones son variaciones adaptadas a las reglas preestablecidas del éxito, tal como lo entiende el mercado. La referencia de los jueces de “hay un mercado para ti allá afuera”, es explícita y es recibida con algarabía por el rebelde pooph. Sin embargo, estas nuevas y originales propuestas son simples remedos de lo que se encuentra en cada rincón de la nueva cultura dominante, que es la cultura del mercado: la frivolización y el narcisismo.

En un mundo en que todos pueden obtener su fama por quince minutos, la ansiedad que produce carecer de ella es democrática y dominante. Pero si todos son famosos nadie lo es. Razón por la cual esta ansiedad por ser el centro de las miradas del mundo se vuelve una obsesión, como la anorexia o la conexionimia.

La fama ya no es la consecuencia o el medio para promover una propuesta artística, ideológica, religiosa o filosófica. Cualquier camino que conduce a ella es válido. Ya no es necesario ser Edison, la Madre Teresa, Michel Foucault, Noam Chomsky o Eduardo Galeano para ser famoso. Los verdaderos famosos han demostrado que para la cultura pooph la fama no depende del contenido sino del envase. Un envase célebre puede inducirnos a tomar el mejor vino o Coca-Cola, agua mineral o aguas servidas. Ya ni siquiera es necesario recurrir al engaño. El éxito de la cultura de la banalidad es tanto y tan abrumador que cualquier pretensión de algo más allá, algo con contenido, algo con profundidad, algo que quede después del pooph es tomado como el acto más ridículo, objeto de burla a boca partida. Lo políticamente correcto, lo único que los nuevos cerebros adiestrados en la frivolidad son capaces de soportar es el peso de la banalidad, de la repetición en nombre de la originalidad, de la esclavitud intelectual y espiritual en nombre de la liberación, de las célebres excusas del tipo: “no sé qué es esto pooph que me salió, pero es muy bueno por que me gusta, es lindo, habla de cómo soy yo, yo mismo, yo único…”

Todo en nombre de la genialidad


La catástrofe ecológica, las toneladas de basura que cada día arrojamos al cielo y a los mares no es un fenómeno aislado. Ni siquiera es una metáfora. Es parte de la erosión y la producción de desechos que la cultura resultante e imperante arroja cada día sobre la humanidad como si se tratase del mejor abono. Porque nada es casual ni gratuito. Todo tiene un precio.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Carlos Ulanovsky: "En el periodismo soy un continuo aprendiz"


“no me parece que la misión del periodista deba ser ir a joder a alguien... En lugar de sacarle una frase que hiciera un titulazo, prefería sacarle una frase inteligente…”.

Ulanovsky es un veteranazo del periodismo argentino. Historiador de la profesión, crítico de medios, pensador y eterno aprendiz... Sus reflexiones acerca del periodismo radial hacen de esta entrevista una lectura importante para los y las colegas de ese medio en Puerto Rico.
manolo

Carlos Ulanovsky –periodista con una destacada trayectoria en los distintos medios de comunicación, y autor de doce libros en los que se destaca su trabajo como historiador y crítico de los medios– acaba de publicar su último libro ¡Qué desastre es la TV! (pero cómo me gusta...), una historia de la televisión argentina desde 1999 a la fecha, en coautoría con Pablo Sirvén, y que completa su anterior libro Estamos en el aire, sobre los orígenes y la evolución de la televisión.
Actualmente es columnista de La vuelta en Radio Continental, y es conductor de su programa Reunión Cumbre en Radio Nacional.
En esta entrevista, pone en evidencia su agudo conocimiento sobre los medios, sus preferencias por la radio y por el periodismo reflexivo que explica con extensión, profundidad y, especialmente con humildad. Ulanovsky, experto entrevistador, resalta la importancia del carácter educativo de las entrevistas, dirección hacia la que nos encaminamos en esta sección del portal.

—En un contexto en el que los medios de comunicación y el periodismo están siendo revisados y cuestionados, ¿qué palabras elegiría usted para describir la profesión y la tarea de un periodista?

—La coyuntura no debería influir. El ejercicio del periodismo es lo de siempre: buscar información, transmitirla a la gente con la mayor honestidad posible, desligarse de operaciones o influencias espurias, hacer lo más de lo menos permitido, volver visible lo evidente, interpretar lo más cabalmente posible el tiempo y el mundo que nos toca vivir y habitar, explicar con extensión, profundidad y, especialmente, humildad.
En eso –poco más, poco menos– consiste nuestra tarea. No concibo al periodismo ni como sumisión al poder ni como molestia al poder. Es tan inútil un periodista incapaz de meterse en determinadas situaciones como un periodista que está todo el tiempo suponiendo que arma y desarma conspiraciones.
Ni este que atravesamos, ni muchísimos otros que ya pasaron, fueron tiempos sencillos o fáciles para el periodismo. Cada momento tuvo su particular atractivo pero también su dificultad. La dificultad de este momento es que, una vez más, se han polarizado las opiniones sobre ciertos temas. Y todo se ha vuelto un poco extremo. Lo cual hace que sea más difícil poder mantener nuestra mente abierta. La nefasta idea, surgida de muchos sectores, de que o estás conmigo o sos mi enemigo, no es nada estimulante para quienes como nosotros tenemos en la libertad de pensamiento uno de nuestros máximos capitales expresivos.

—Usted contó que –en una época en la que hacía muchas entrevistas– en general esas entrevistas eran a favor del entrevistado, no en contra, y que eran entrevistas muy trabajadas, muy editadas. La idea era que brillara el entrevistado, no el entrevistador, y ese período fue una gran enseñanza para Ud., que dijo: “no me parece que la misión del periodista deba ser ir a joder a alguien… En lugar de sacarle una frase que fuera un titulazo prefería sacarle una frase inteligente…”. Esa es también la premisa de educ.ar en sus entrevistas: queremos que les sirvan a nuestros usuarios para pensar, intentamos tomar del entrevistado lo que más sabe, conceptos, ideas que les sirvan a los docentes para enseñar y aprender. ¿Cuál cree Ud. que es el mayor valor de este tipo de entrevistas?

—Tuve en mi condición de entrevistador varias etapas. Una inicial, que duró hasta mi primer alejamiento de la Argentina, en 1974, se caracterizó por la agresividad. En Confirmado (1965-1968 y 1970-1971) hacía una sección de entrevistas titulada "Reportajes Insolentes". En La Opinión (1971-1974) hice críticas de radio, televisión y teatro musical desde las que traté a algunas personas con mucha impiedad. Y eso mismo hice, con el recurso del humor, en Satiricón (1972-1974). Luego cambié ese estilo porque cambió la persona que soy. Siempre digo que el máximo logro de cualquier periodista es el de realizarse como persona. Yo busqué, trabajé esa realización y desde entonces me hace sentir muy feliz mi manera nueva de enfocar el trabajo. En Clarín (1983-1990) me tocaba hacer un largo reportaje cada quince días y ahí me di cuenta lo gozoso que me resultaba ir a buscar lo mejor del entrevistado y no lo peor.
Realmente creo que la misión fundamental del periodista no debe ser ir a fastidiar al entrevistado. Desde 2001, en diversas radios, hago un programa que primero se llamó El disfrute de la semana y ahora se llama Reunión Cumbre. Es simple: es un programa de actualidad pero mirado desde el tinglado de la actualidad cultural, del espectáculo, de los medios, en el que junto a cuatro figuras y dialogo con tranquilidad y atención y respeto. Allí también el objetivo es que los invitados se sientan estimulados por mis preguntas y todos aprendamos algo más.
En el caso de esta entrevista, lo más positivo es que me están invitando a pensar y a hacerlo con entera libertad. Ojalá responda a la altura de tales circunstancias. Ustedes dirán.

—¿Qué corriente periodística le resulta más interesante, hablando siempre del género entrevistas?

—Me gustan las entrevistas que tienen preparación. Odio las entrevistas “al paso”. Como cada tanto saco libros estoy acostumbrado a ser entrevistado por gente que me pregunta cosas sin haber leído el libro y lo hace con esta fórmula: ”Hablanos un poquito de tu libro”. Un poquito quiere decir, además, ”ni se te ocurra hablarme mucho”. Cuando entrevisto al autor de un libro, es porque he leído el libro; cuando hablo con un director de cine es después de haber visto su película, y así. Es lo mínimo que uno puede hacer. Del entrevistado, me gusta la calidad de declarante que, cualquiera sea su actividad, ha reflexionado suficientemente sobre ella y tiene cosas novedosas para decir.

—Sus libros Paren las rotativas I -1920–1969 y Paren las rotativas II - 1970–2000 dan cuenta de las distintas épocas de la prensa nacional, con testimonios de más de cien entrevistados, datos de archivo, imágenes y textos periodísticos de todas las épocas. Si tuviera que elegir hoy al menos cinco notas, entrevistas, datos de archivo o imágenes que reflejaran las transformaciones de los últimos diez años de nuestro país ¿cuáles elegiría?

—Es una pregunta muy difícil, porque para responderla debería hacer una cantidad de cosas que no tengo tiempo de hacer. Entonces, lo que digo es que mi condición principal de periodista sigue siendo la del continuo aprendiz. Con el periodismo he aprendido, conocido casi todo lo que, por diversas limitaciones, no aprendí en las aulas. El periodismo da permanentemente oportunidades para aprender, para especializarse, para buscar nuevos caminos. Y es una tarea en la que con inusitada frecuencia hay que tomar decisiones, y ese aprendizaje hace crecer. Le estoy muy agradecido a la gente que, a lo largo de mi ya extensa carrera me enseñó cosas.

—Otro de los valiosos libros que ha escrito es Siempre los escucho. En él menciona que “hace más de una década, en la Argentina, las radios no se escuchaban por Internet, no existían las botoneras digitales programables y la telefonía celular estaba en sus inicios…”. ¿Cómo se actualiza la radio hoy con las nuevas tecnologías? ¿Podemos hablar de que se han producido innovaciones? ¿Qué cree que es innovar en radio hoy?

—La radio se renueva constantemente con nuevas y fascinantes tecnologías. El próximo paso –dentro de algunos años–.será la digitalización, lo que dará muchas mayores oportunidades de participación, de interactividad y de asistir a una radio con volumen. Innovar en radio hoy es reproducir los antiguos caminos de la magia. La radio sigue teniendo una promesa básica formidable: en un extremo del circuito, alguien frente a un micrófono le habla a alguien al que no ve, y el que recibe ese mensaje, que tiene propósitos masivos, siente que le están hablando únicamente a él. Innovar en radio hoy es renovar la apuesta por hacer una radio inteligente, rica en vocabulario y en imaginación.Y no caer en la superstición empobrecedora de que todo hay que decirlo en no más de dos minutos.

—¿Qué programas en la historia de la radio nacional son sus favoritos? ¿Por qué? ¿Qué extraña de los viejos programas de radio y qué festeja de los nuevos?

—Desde siempre he escuchado mucha radio. En el prólogo de Días de radio admitía que la radio había sido, desde que tenía cuatro o cinco años, parte de mi memoria constitutiva: me he hecho en radio.Y también por contar con ese archivo natural pude hacer ese libro sobre la historia de la radio. En los tiempos que corren, reconozco la tarea de gente como Alejandro Dolina, Mario Mactas, Hugo Paredero… entre muchos otros, porque no le ponen límites a su inteligencia. De los viejos programas extraño la ficción, que me parece un género ideal de la radio; de los nuevos, celebro los que se permiten tiempo, juego e ingenio.

—¿En qué le gustaría investigar, trabajar, incursionar, y que aún no haya podido abordar? ¿Qué es lo que hoy le despierta mayor entusiasmo, al menos en lo profesional?

—Me gustaría quedarme para siempre en la radio, en especial probando nuevos géneros, cosas que hasta ahora no hice, como por ejemplo un programa de música que se llame “La música que pasamos aquí”.

Entrevista realizada por Verónica Castro. Artículo publicado en Educ-ar. Portal educativo del Estado argentino.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Elecciones en Chile: Gana quien llegue segundo


Por Ernesto Carmona

La presidencia chilena no se definirá este domingo 13 de diciembre, sino en el balotaje o la segunda vuelta del 17 de enero. La candidatura del mega empresario Piñera obtendrá la mayoría relativa de los votos, arriba del 30%, pero la presidencia chilena se define con la mitad más uno de la votación efectiva.

La mayor incógnita de la elección presidencial del domingo no es quién llegará primero, sino quien saldrá segundo y deberá medirse en enero con Piñera. Todas las encuestas indican que el derechista Sebastián Piñera ganará por mayoría simple y con un escaso margen de ventaja sobre alguno de sus dos contendores principales, el demócrata cristiano Eduardo Frei, de la Concertación por la Democracia, que gobierna desde hace 20 años, y el joven candidato Marco Enríquez-Ominami, una suerte de fenómeno político-mediático dispuesto a patear el tablero o por lo menos tirar el mantel de la mesa del “consenso” que alimenta a la clase política gobernante.


Las candidaturas

Eduardo Frei Ruiz-Tagle ya fue presidente (1994-2000), en un gobierno que pasó sin pena ni gloria. Privatizó el agua, intensificó la globalización, permitió que la española Endesa construyera la represa Ralco, que desató un conflicto con la etnia pehuenche. Se opuso al “royalty” simbólico aplicado al cobre que explotan corporaciones nacionales y extranjeras prácticamente gratis. Liberó el mercado de capitales para facilitar la exportación de utilidades corporativas. En un trato con Carlos Menem negoció el suministro de gas doméstico argentino pero el acuerdo fue incumplido por las corporaciones transnacionales energéticas que explotan ese recurso en el vecino país, creándose así una odiosa dependencia energética. Cerró las minas de carbón, jamás recibió a los familiares de las víctimas de la dictadura e hizo titánicos esfuerzos por sacar a Pinochet de la prisión de Londres (1998/1999) “para juzgarlo en Chile”, tarea que en definitiva cumplió Ricardo Lagos (2000-2006), entre muchos otros hechos que caracterizaron su gobierno. Hoy la paradoja es que la justicia dictaminó que su padre, el ex presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970) fue asesinado por la mano larga de Pinochet en 1982.

El partido Demócrata Cristiano (PDC) apoyó el golpe militar contra Allende (excepto 13 dirigentes que pasaron a la historia política porque el 13 de septiembre de 1973 cuestionaron el golpe acaecido dos días antes). Frei Montalva (el padre) defendió el golpe en entrevistas a la prensa extranjera, como una ofrecida en 1973 al franquista diario ABC de España. Además, el 8 de noviembre de 1974 envió una histórica carta justificando el golpe ante el político demócrata cristiano italiano Mariano Rumor, entonces presidente de la Internacional Demócrata Cristiana, quien se mostró contrariado con la postura de sus camaradas chilenos, y ése es un texto que hasta hoy puede leerse en Internet (http://josemiguelhuerta.blogspot.com/2008/09/carta-de-frei-mariano-rumor-texto.html).

A los pocos años, el PDC retiró su apoyo al régimen militar, sus militantes abandonaron los altos cargos en el gobierno dictatorial, excepto unos pocos que siguieron con los militares y abandonaron su tienda política. El padre del candidato se convirtió en el líder de la oposición a la dictadura que hegemonizó su propio partido y se construyó la alianza de socialistas y radicales social demócratas que hoy se conoce como Concertación de Partidos por la Democracia, coalición desgastada que lleva 20 años en el poder, con dos periodos presidenciales DC (Patricio Aylwin 1990-1994) y Eduardo Frei Ruiz Tagle (1994-2000) y dos socialistas (Ricardo Lagos 2000-2006) y Michelle Bachelet (2006-2010). Actualmente, los períodos presidenciales son de 4 años, mientras el país sigue normado por la Constitución de 1980, de la dictadura, carta reformada en varias oportunidades por la Concertación y así legitimada por la Concertación y el resto del espectro político representado en el parlamento, que excluye a la izquierda por efecto de la ley electoral binominal que fue pensada para la alternancia en el poder de la coalición de extrema derecha Alianza por Chile y la Concertación, de centro derecha.

Sebastián Piñera es un multimillonario en dólares que aparece en el ranking mundial de la revista Forbes, co-propietario de la línea aérea LAN y del Canal 11 de TV (que perteneció antes a Gustavo Cisneros), entre otros negocios. Pertenece al partido Renovación Nacional (RN), que junto con la Unión Demócrata Independiente (UDI) acogió a los principales colaboradores políticos de Pinochet y construyó la Alianza por Chile. Pero estos dos partidos, pese a que tienen un solo candidato presidencial, compiten entre sí en senadores y diputados que también se eligen también el domingo, y libran una sorda y violenta pugna con matones que se destruyen mutuamente la propaganda. El partido más grande del país es la UDI, comparable al Partido Popular español heredero del franquismo, con un 18% de electorado que también se pondrá a prueba en la contienda del domingo.

Y el tercer candidato es Marco Enríquez-Ominami (MEO), de 36 años, hijo del fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, Miguel Enríquez, quien murió en combate a los 30 años (el 5 de octubre de 1974, cuando su hijo tenía 16 meses). Marco fue criado por el senador socialista renovado Carlos Ominami, que cuando fue ministro de Economía de Patricio Aylwin le llamaban “samurai del neoliberalismo”, por su ancestro japonés y su vocación de economista neoliberal.

El joven postulante fue diputado por el partido Socialista hasta el 12 de junio de 2009 (renunció el día de su cumpleaños Nº 36) y está signado por sus dos apellidos paternos (Enríquez-Ominami) que adoptó legalmente y representan posturas políticas contrapuestas. Su candidatura es transversal, con matices de izquierda, centro y derecha, pero la fortaleza de su discurso radica en su crítica al sistema político de cuotas de poder implantado por la cúpula de la Concertación en los últimos 20 años. Tampoco pudo participar en una elección primaria porque la coalición gobernante no quiso hacerla e impuso la candidatura de Frei desde arriba. Tiene gran arraigo entre la juventud (que en Chile vota poco porque hay más de dos millones con edad para sufragar pero que no se inscriben) y en quienes observan a la Concertación con cierto hastío, entre ellos muchos adultos, incluso gente del PS y ex miembros del MIR, que ya no existe formalmente como partido.

Matices de (todas) las candidaturas
Mientras Bachelet exhibe una alta popularidad superior al 70%, la Concertación no ha podido transferir ese atributo a su candidato, que ha estado descendiendo en las encuestas. El apoyo gubernamental no prende y cuando se trata de endosar más bien rebota como un cheque sin fondos. Por su parte, Piñera, que hace un año tenía el triunfo asegurado, también ha descendido, a la vez que se acentúa la pelea intra-Alianza por los cargos legislativos. La sorpresa es que ME-O hace cuatro meses tenía 1% de aceptación pero subió a 20% en las últimas encuestas de hace un mes, donde Frei aparece con 26% y Piñera con 36%. No se sabe cuánto ha crecido este candidato en los últimos 30 días en que no se han hecho encuestas creíbles. El crecimiento meteórico de 1% a 20% indica que hay muchos ciudadanos queriendo tirar también el mantel y esto ha obligado a Frei a radicalizar su discurso hacia la izquierda, con promesas de “más Estado” (y por ende, más salud, educación, etc.), derogación de la ley de amnistía de Pinochet (que dejó en la impunidad a miles de autores de asesinatos de dirigentes políticos y sindicales, gente sencilla y no tan relevantes como su ilustre padre), y cese de la aplicación de la ley antiterrorista de la dictadura a los movimientos sociales, aplicada con entusiasmo por el gobierno Bachelet al movimiento mapuche, al punto de irritar al Consejo de DDHH de la ONU.

En el complejo cuadro chileno hay un cuarto candidato, el ex ministro y embajador de la Concertación Jorge Arrate, que al igual que ME-O renunció al PS y despertó la ilusión de un nuevo referente para la izquierda o un partido socialista de verdad, no socialdemócrata, pero esta opción se ha diluido. Arrate tuvo que hacerse militante comunista por razones “técnicas” y es el candidato del PC, que además apoya a Frei en la segunda vuelta en virtud de un “pacto contra la exclusión” que le permitió postular a 12 candidatos a diputados en distritos que serán votados por la Concertación. Estos candidatos aparecen más fotografiados con Frei que con su propio abanderado, Arrate, que por otra parte está llamando abiertamente a votar por Frei en la segunda vuelta. Y de esta manera, la Concertación tiene en la práctica a dos candidatos en la primera vuelta del domingo. Al subir del 1% al 7% en pocos meses, Arrate aseguró la supervivencia legal del PC como partido político y probablemente supere el mínimo de 5% que exige la ley para ese estatus. En definitiva, el PC “se la juega” por dos candidatos: Frei y Arrate.

Y en la incógnita de quién pasará a la segunda vuelta, Arrate no tiene posibilidad real alguna y Frei también carece de seguridad absoluta, mientras ME-O desafía a la clase política que se reparte el poder en Chile desde hace 20 años, el gobierno y la oposición, la centro-derecha representada por la Concertación+Frei y la derecha-derecha encarnada por la Alianza derechista+Piñera. Por eso, lo que está en juego el domingo no es el primero, sino el segundo puesto en la votación popular que deberá dirimir quién pasa a la segunda vuelta. En la política chilena podría haber sorpresas en los próximos 35 días.